Situació: Valga-Valka, Estonia-Letonia
Client: Valga-Valka Town Government, Estonian – Latvian Cross-Border Cooperation Program 2014-2020 (European Regional Development Fund)
Contractista: TREV-2 GRUPP
Projecte: 2017-2019
Construcció: 2020
Superficie: 5 ha
PEC: 4.076.000 €
Equip: Jordi Safont-Tria, Anna Gutiérrez, Álvaro Cuéllar, Mercedes Doz
Fotos: Rain Aunapu, Päär Keedus

CROSS-BORDER STRANDS

Valga y Valka son unas de las pocas ciudades divididas en el mundo. En 1920, la antigua población livonia de WALK fue dividida en dos tras la creación de los nuevos estados de Estonia y Letonia. Aunque no existió ninguna separación física durante la ocupación soviética, en 1990 se restauraron las fronteras. No fue hasta el acuerdo de Schengen en 2007 que surgió una nueva oportunidad para reconectar ambas ciudades hermanas. El espacio transfronterizo entre los núcleos de ambas ciudades había quedado vacío, sin infraestructura ni urbanidad. En 2014 ambos países iniciaron el compromiso de adecuar dicha área con la ayuda del programa de fondos europeos Interreg, y durante el 2016 se formula un concurso internacional para arquitectos y urbanistas con el fin de diseñar la nueva centralidad de Valga-Valka. Jordi Safont-Tria, Anna Gutiérrez y Álvaro Cuéllar son los ganadores del concurso y recibieron el encargo de desarrollar el proyecto. El objetivo principal del proyecto fue transformar la zona fronteriza en un nuevo paisaje unificado y con elementos urbanos comunes. Además, la zona de límite considerada se convertiría en la nueva centralidad de las ciudades gemelas, y reforzaría su eslogan «One town, two states» – Una ciudad, dos estados-.

La propuesta, llamada «Cross-Border Strands», imagina una serie de bandas -strands- que unen los dos países con caminos que invitan a los ciudadanos a andar (WALK en inglés, como el nombre de la antigua ciudad) de un pueblo a otro. Se desvanecen los límites políticos para crear diferentes equipamientos en ambos lados y zonas de recreo de uso común. La estrategia se organiza en dos aspectos territoriales clave: el urbanismo y el paisaje natural. En primer lugar, un notorio eje peatonal a través de las calles Raina-Sõpruse enlaza los principales espacios públicos y puntos de referencia de ambos lados, así como la nueva plaza para grandes eventos, que a la vez comunica con la terminal de autobuses de Valka. En segundo lugar, la recuperación del área del arroyo existente como parque central permite que la naturaleza se entrelace con los itinerarios, vinculando el nuevo núcleo de la conurbanización con el río Pedeli.

Las franjas se materializan como caminos de ladrillo y se organizan en paralelo al nuevo pórtico que da fachada a la gran plaza. A partir de ahí, cada banda se tuerce y gira una vez entra en el paisaje. Algunos caminos crean los límites del área verde; otros senderos se convierten en lugares emblemáticos, mientras que otros se ensanchan para acoger equipamientos deportivos o para finalmente conectar con rutas existentes. Una franja central une la plaza con el centro del nuevo parque, transformándose en un puente peatonal que cruza la frontera. Este puente se convierte en un punto singular sobre la frontera nacional, donde se instala un columpio para balancearse lúdicamente de un país a otro.

La madera también está presente en la propuesta para definir pérgolas, cercas y piezas de mobiliario. Estos elementos están diseñados para conmemorar las ilustraciones de Kalevipoeg, el fuerte gigante que carga grandes tablas sobre sus hombros. Las pérgolas están estratégicamente situadas, no solo para ocultar la parte trasera de edificaciones auxiliares existentes, sino también para generar una sensación rítmica y de continuidad en todo el parque, como un jardín urbano lineal que se extiende desde la nueva plaza hasta el río Pedeli.